El pasado sábado 14 de marzo, la Corporación Prodepaz participó de la Asamblea anual de la Asociación de Concejos Municipales del Oriente Antioqueño – ACORA, allí el Pbro. Oscar David Maya, manifestó los retos y la necesidad del trabajo articulado entre las administraciones públicas, las organizaciones privadas y socio- comunitarias, para promover en la subregión del Oriente Antioqueño un desarrollo sostenible, y una cultura de paz basada en la convivencia pacífica.
Compartimos las palabras de nuestro Director Ejecutivo a continuación:
Muy buenos días para todos y todas. Un saludo muy cordial para los miembros de la mesa directiva y a todos los aquí presentes, en el marco de la Asamblea anual de la Asociación de Concejos Municipales del Oriente Antioqueño – ACORA, a quienes agradezco inmensamente, en nombre de la Junta Directiva de la Corporación Prodepaz, de su equipo de profesionales y en el mío propio, la invitación a participar de este importantísimo evento para todo el territorio del Oriente Antioqueño. Un Oriente Antioqueño que enfrenta hoy retos fundamentales que debe resolver para ser capaz de construir una senda de desarrollo y una cultura de paz para todos sus pobladores. Esos retos incluyen la construcción de nuevos consensos en una visión compartida de territorio; la puesta en marcha de una estrategia de desarrollo integral, articulada y articuladora que, combata la pobreza, que integre TODOS los municipios de la subregión, que dé oportunidades reales de mejora a todos y haga factible la reconciliación y la paz; como, asimismo, la edificación de una institucionalidad democrática y un marco constitucional capaces de dar soporte a todo lo anterior.
Asumir con éxito esos desafíos, demanda a su vez, una reorientación en la acción social y política que las conduzca a aplicar constantemente estrategias que garanticen el bienestar de todos y renovar la práctica política para incorporar ampliamente a los ciudadanos y no solo a los partidos políticos en la toma de decisiones. Los cambios requeridos solo podrán ser impulsados si en el Oriente Antioqueño se fomenta entre sus instituciones, corporaciones, organizaciones y ciudadanos, un liderazgo no sólo motivado por lo económico, sino un liderazgo políticamente bien formado, capaz de articularse y trabajar con otros, un liderazgo con valores éticos, con compromisos sociales y conocimientos que lo capaciten para incidir en la vida de sus instituciones y comunidades y poder, de esta manera, promover la transformación necesaria y querida y tan esperanzadora que ha sido confiada a nuestros líderes sociales del presente y que abraza ACORA para esta subregión, como corporación pública de corporaciones públicas.
La sociedad del Oriente Antioqueño está experimentando profundos y rápidos cambios, razón por la cual la intervención de ustedes como corporados, los líderes sociales y los miembros de la comunidad, en las actividades de su interés común, debe ser complementaria a la intervención de la administración pública. De allí que hagamos un llamado urgente, como Corporación Prodepaz, responsable del Programa de Desarrollo y Paz del Oriente Antioqueño y la zona Porce Nus, para que desde ACORA, se busque siempre la complementariedad entre las acciones comunitarias y las del Estado y se insista en la cercanía y la presencia de éste en las comunidades; ello será garante de una paz y una convivencia pacífica sostenible y nos hará menos vulnerables a las múltiples acciones del TENTADOR que busca dividirnos y violentarnos. El trabajo articulado por la región y por el territorio, es un imperativo.
Estas dos perspectivas de acción entre líderes sociales y comunitarios y administración pública, pueden y deben integrarse a través del fortalecimiento comunitario, que implica, por una parte, potenciar Las capacidades existentes en la propia comunidad y, por la otra, fomentar la participación en aquellos procesos y actividades que precisen formación y planificación e intervención, al menos haciendo oír su voz o siendo bien informados. Si bien algunos especialistas, plantean deslindar el concepto de intervención del de acción comunitaria, lo esencial de la praxis está en que TODOS los actores deben tener el máximo de participación posible en el sistema de toma de decisiones, siendo una de las tareas primordiales, facilitar la conciencia de los miembros de la comunidad, acerca de los recursos de poder que poseen y construir espacios para hacer viable su protagonismo.
Estamos seguros de que «si la intervención es participativa, será más efectiva, más productiva, más duradera y más democrática», y es esta la razón por la cual desde Prodepaz, se busca promover en nuestra subregión, junto con la institucionalidad, hoy ACORA, un nuevo diálogo social entre las instituciones, las organizaciones y la comunidad, a través de una metodología basada en el servicio que busca la incidencia en lo público, la conversación, el encuentro y la negociación permanente. En definitiva, la estrella de esta práctica es la participación y el compromiso, si no hay participación y compromiso no hay proceso; puede haber actividades, pero éstas no incidirán en la construcción de las comunidades y de su capacidad de enfrentarse a las condiciones que van surgiendo. Este fortalecimiento comunitario connota autogestión que supone involucramiento directo de sus líderes sociales, como ustedes y sus comunidades, en el proceso de transformación y construcción de una identidad comunitaria marcada por el sentido de comunidad.
Necesitamos en el Oriente Antioqueño, con urgencia, nuevos liderazgos, liderazgos facilitadores de la articulación y el fortalecimiento comunitario. Si bien la palabra liderazgo, como muchos otros términos en ciencias sociales, es algo confusa, esa palabra comúnmente denota «un proceso interpersonal que implica los intentos de influir en otros individuos para lograr determinada visión»; denota una actividad colectivamente coordinada –consiente o inconscientemente– que opera en las interacciones sociales, a través de la cual se construye y se fortalece el conocimiento y la cultura de la comunidad respecto de la consecución de sus metas y objetivos«; y, a ejercer este tipo de liderazgo, es al que nosotros estamos haciendo ese llamado a nuestros líderes sociales, a ejercerlo, CON Y PARA LAS COMUNIDADES.
Finalmente, quisiera exhortarlos, honorables concejales, en el marco de este magno evento, de esta Asamblea anual de ACORA, a que encarnemos siempre ese concepto de líder social y comunitario que ustedes mismos han podido recrear: ese concepto que está íntimamente ligado a las demandas de la comunidad y es a través de ustedes que ésta se organiza, se expresa y participa. El liderazgo en este contexto adquiere matices diferenciales ya que no se trata de la idea tradicional del líder y los seguidores, sino de la emergencia desde las bases de líderes que representan a la comunidad; es esta personificación de la comunidad lo que hace que un líder sea social y comunitario, puesto que cuando ya no representa los intereses colectivos, simplemente la comunidad deja de legitimarlo y se aleja. Ya deja de ser un auténtico líder para los tiempos y necesidades de hoy.
El líder de los grandes movimientos populares es aquel que posee una sensibilidad flexible, adaptable, capaz de captar y resumir, en un momento dado, el impulso que labora ese palpitante subfondo del alma colectiva; es aquel que se convierte en una especie de antena a donde llegan a buscar expresión, para luego volver, metodizados al seno de donde han salido, las demandas de la moral, lo que es justo, de lo legítimo, de lo estético, en el genuino empeño humano de avanzar hacia mejores destinos para todos.
Que Dios los bendiga siempre y que su espíritu nunca desfallezca, vienen grandes retos para todos nosotros y ello requiere el ejercicio de nuevos liderazgos que proyecten y jalonen un nuevo y mejor futuro para todos, que nos conduzcan por el sendero de la fraternidad, el trabajo articulado entre sector público, sector privado, sector social-comunitario; la solidaridad, la justicia y una convivencia armoniosa y en paz.
Muchas gracias.